Una autopista y más deforestación, el oscuro futuro del Amazona boliviano

El Gobierno decidió dejar sin protección legal al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) para construir una ruta. Investigadores anticipan que, con esta medida, aumentará la pérdida de bosques en la zona

 

En agosto del año pasado, el Gobierno de Bolivia aprobó la suspensión de la protección especial del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS), la tierra ancestral de cuatro pueblos indígenas amazónicos y una de las áreas protegidas más icónicas del país. Así fue que consiguió un viejo anhelo del oficialismo: autorizar la construcción de una carretera que atravesará el corazón del parque, es decir, el núcleo de mayor protección.

En el contexto de un debate nacional sobre este megaemprendimiento, un nuevo estudio realizado por los investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB) Álvaro Fernández- Llamazares y Victoria Reyes-García junto con científicos de la Universidad de Helsinki (Finlandia), la Universidad Mayor de San Andrés (Bolivia) y la Universidad de Cambridge (Reino Unido) reveló que hasta un 58% de toda la deforestación ocurrida hasta la fecha en el TIPNIS se concentra a menos de 5 kilómetros de caminos ya construidos.

A partir de los resultados, los autores de este trabajo argumentaron que la carretera planeada probablemente magnificaría la escala y ritmo actuales de la deforestación. El estudio, publicado en la revista científica Current Biology, ofrece un análisis geoespacial de los patrones actuales de deforestación dentro del parque.

“Mientras que muchos discuten sobre los impactos potenciales que la carretera podría tener en el futuro, poco se habla sobre los impactos actuales. Nuestros análisis demuestran que el TIPNIS sufre unos niveles alarmantes de deforestación, habiendo perdido más de 46,000 hectáreas de bosque desde el año 2000”, señala Álvaro Fernández-Llamazares, investigador asociado del ICTA-UAB y de la Universidad de Helsinki.

De acuerdo con el estudio, las carreteras han jugado un papel importante en facilitar esta deforestación, dado que los bosques han sido deforestados principalmente cerca de carreteras en la parte sur del Parque.

Los autores esperan que sus resultados sean considerados por los tomadores de decisiones de Bolivia. “Gran parte del debate sobre la carretera del TIPNIS se ha fundado en la especulación, con una evidencia empírica más que limitada, y esperamos que este trabajo sirva para mejorar la base científica del debate”, explica Mónica Moraes, la renombrada bióloga boliviana de la Universidad Mayor de San Andrés, quien también es coautora de este estudio.

De acuerdo a Moraes, que también es botánica, la medida del gobierno boliviano podría tener consecuencias fatales para la biodiversidad que este espacio natural aún resguarda. “El valor ecológico del TIPNIS es fuertemente subestimado. Es una de las áreas con mayor biodiversidad biológica del planeta, con unos niveles excepcionales de endemismo de plantas, así como importantes poblaciones de fauna, incluyendo especies emblemáticas como el jaguar, el ciervo de los pantanos o la nutria gigante”, añade.

Los más que probables impactos de la construcción de la carretera sobre una de las áreas más biodiversas de Bolivia serían muy lamentables y desfavorables para un país que ha sido reconocido mundialmente por su respeto por los pueblos originarios y su defensa del medio ambiente.

“En los últimos años Bolivia se ha situado como un líder global en los esfuerzos de conservación. Las delegaciones bolivianas han sido muy activas en las negociaciones climáticas y han promovido el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra en varios círculos internacionales. Sería una pena que esta reputación global se viera dañada”, reflexiona Fernández-Llamazares.

En vista de los acuciantes niveles de deforestación actuales en el parque –algo que ha generado múltiples manifestaciones de rechazo por parte de organizaciones sociales, indígenas y ecologistas– los autores hacen un llamamiento al Gobierno de Bolivia para que reevalúe los planes de construcción de la carretera.

“La carretera abrirá una Caja de Pandora de problemas ambientales, algo que, como firmante de la Convención de Diversidad Biológica, Bolivia no se puede permitir”, concluye el investigador.

La construcción de la carretera unirá El Chapare, donde el presidente Evo Morales ha vivido la mayor parte de su vida, y el departamento de El Beni. El Gobierno, que en 2011 había paralizado el proyecto, ha defendido este camino como una obra fundamental para completar la vertebración del país, pues los departamentos de Cochabamba, en el centro, y El Beni, en el oriente, no tienen aún una conexión carretera.

Fuente: Foro Ambiental