La crecida del río Paraguay se sale de control y obliga a evacuar a 70 mil personas

La situación del río Paraguay no da respiro a miles de familias ribereñas del país guaraní. La última crecida del cauce provocó inundaciones extraordinarias. No para de llover desde hace semanas y ya hay desplazadas alrededor de 70 mil personas. Además, de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional, el agua no va a bajar antes de mediados de junio.

Nanawa, una población de 6.000 habitantes que vive del comercio con la vecina localidad de Clorinda (en Argentina), distante a unos 60 km por tierra y a una hora por agua desde el puerto Sajonia de Asunción, se encuentra literalmente sumergida. Apenas unas 100 casas siguen habitadas. Los pocos vecinos que quedan se pasaron a la segunda planta de las viviendas y se desplazan en bote para acarrear víveres.

Los desplazados fueron ubicados en villas de emergencia ubicadas en Clorinda y puerto Falcón (Paraguay), que todavía resisten el avance silencioso pero implacable de las aguas. «El agua no te avisa. Ya tengo suficiente experiencia», dice resignada Graciela Acosta (39), quien tuve que abandonar su hogar junto a su hija Jazmín (17) en un bote, cargado hasta el extremo de muebles y electrodomésticos, además de su perro «Pirulín«.

«Sin mi perro no me voy a ninguna parte. Es la tercera vez que nos estamos mudando. La crecida no le esperó a nadie. Parecía que iba a bajar pero, por lo visto, esto va a continuar«, expresó melancólica, a la espera de que terminaran de cargar sus enseres.

El curso de agua aumentó 2 cm en Asunción, para sumar 7,56 metros de crecida alrededor de la capital, al borde del «nivel de desastre» de 8 metros, establecido por la Dirección de Hidrología. Si bien la máxima crecida se produjo en 1983 cuando el río sobrepasó los 9 metros en Asunción y las aguas alcanzaron la céntrica calle Palma y Colón, esta vez el fenómeno afecta a más pobladores que se establecieron en el cinturón pobre e inundable de la ciudad, explicó Nelson Pérez, subdirector de Hidrología.

«Las inundaciones que ha habido son todas por efecto de la lluvia. Se va a llegar a un pico en los primeros 15 días de junio, que no será mucho mayor al actual. A partir de allí, el agua empezará a descender en todos los lugares», aseguró Pérez.

Hasta entonces, el río Paraguay todavía continuará aumentando su nivel durante la última semana de mayo y la primera de junio a su paso por Asunción, Concepción, Alberdi, Pilar y Bahía Negra, cinco de los municipios más afectados por las inundaciones. El nivel de las cuencas «comenzará a descender, siempre y cuando no ocurran lluvias de grandes volúmenes», algo que vaticinan como «poco probable» debido a la llegada del invierno.

Las calles de Nanawa están sumergidas hasta poco más de dos metros. Los accesos son indefectiblemente por agua. En el cementerio, a unas cuadras del centro comercial, tres hombres, dos de ellos en un bote y uno dentro del agua, acarreaban un panteón con flores, candelabros, crucifijos y fotos de sus familiares fallecidos.

Durante 15 de mayo, Día de la Madre en Paraguay, el camposanto se llenó de visitantes que se acercaron en pequeñas embarcaciones a prender velas a las difuntas, multiplicando el ingenio para llegar hasta sus tumbas en el enmarañado y desordenado laberinto semi sumergido.

Enrique Cardozo, de 51 años, un herrero de profesión, ahora se dedica a transportar damnificados en su bote a motor. «Ya estoy acostumbrado. Vivo en la segunda planta de mi casa con mi familia. Mis animales están a salvo, también están ahí arriba. El río siempre crece y cada tres o cuatro años nos inunda, pero esta vez se pasó. Subió muy rápido», comentó.

Según Eduardo Mingo, subdirector de Meteorología, las lluvias continuarán esta semana. Pero nadie se anima a hacer presagios. En la ciudad sumergida de Nanawa, la mayoría de los habitantes están molestos por la falta de ayuda, y entonces cruzan a Argentina. «En el lado argentino hay de todo», aseguró Graciela Acosta, una vecina local que tuvo que dejar todo atrás buscando su próximo destino para escapar de la crecida.

En la Argentina, la crecida del río Paraguay afecta a la ciudad de Clorinda y a la localidad Puerto Pilcomayo, en la provincia de Formosa. Se estima que el agua caída puede superar los 100 milímetros, lo que agravaría la situación de los más de 5000 evacuados –1000 de ellos paraguayos–, informaron los especialistas.

En Formosa ya son miles las personas afectadas por las intensas lluvias y crecida del río Paraguay. En la capital provincial cerca de 100 familias están evacuadas en el Polideportivo Policial y en el salón de la Caja de Previsión Social, mientras que otros cientos se autoevacuaron a casas de familiares. En tanto en Clorinda los evacuados viven en las casillas armadas a la vera de la ruta 11 en el acceso a Puerto Pilcomayo.

Fuentes:

– Agencia AFP

– Foro Ambiental