Australia: Adaptan un tren de 70 años para que funcione con energía solar
Es un convoy de 1949 totalmente restaurado que recorrerá las vías de Nueva Gales del Sur
El proyecto, impulsado por la empresa Byron Bay Railroad Company, nació cuando encontraron un viejo convoy abandonado, lo restauraron y le añadieron paneles fotovoltaicos para que recorra tres 3 km de la antigua línea Casino-Murwillimbah, en Nueva Gales del Sur.
El sistema de módulos solares cuenta con una potencia total de 6,5 kW y fue ubicado sobre el techo del tren. A bordo de los vagones, la compañía añadió una carga adicional para el sistema de almacenamiento de baterías, que tiene una capacidad de 77 kW.
El modelo original se conservaba desde 1949 y contaba con dos motores diesel. Uno ha sido sustituido por motores eléctricos y baterías, mientras que el otro ha sido dejado intacto para emergencias o en caso de que fallase el conectado a las placas solares. De acuerdo a las autoridades de Byron Bay Railroad Company, el tren solar también está pensado para que se traslade incluso cuando haya nubes y el sol no impacte directamente.
La idea original había sido restaurar los vagones dándoles propulsión diesel. Sin embargo, después de que la comunidad local se opusiera, desde la compañía cambiaron el proyecto e impulsaron el uso de energías renovables para ponerlo en marcha.
“Había cierta resistencia a la idea de un tren diesel. Así que empezamos a explorar cuáles eran las opciones. Calculamos cuánta energía se necesitaba y esto ayudó a dimensionar los motores eléctricos. Una vez que supimos el tamaño de los motores, nos dimos cuenta de que podíamos tener suficiente energía solar para adaptarla al sistema”, indicó Nick Lake, uno de los consultores que participó de la iniciativa.
Además de Australia, Holanda también ha iniciado un proyecto similar. Desde comienzos de 2017 tiene buena parte de su flota de trenes movilizada por medio de equipos eólicos. Pero a diferencia del tren solar, este no se autoabastece sino que obtiene la energía gracias a molinos de viento externos.
Fuente: Foro Ambiental