Los incendios forestales en Bolivia aceleran la extinción de especies como el jaguar
Los incendios forestales en los bosques amazónicos de Bolivia ponen en riesgo la supervivencia de especies emblemáticas como jaguares y pumas junto a tucanes, parabas y pequeños mamíferos. Según el director ejecutivo de la Fundación Naturaleza, Tierra y Vida (Nativa), Iván Arnold, “la poca fauna que ha logrado sobrevivir en estos lugares prácticamente está destinada a morir, porque se ha quedado sin agua y sin comida por muchas decenas de kilómetros”.
Mónica Negrete, una joven egresada de veterinaria que se ha dedicado a la protección de animales desde hace una década, dice que “muchas especies corren el riesgo de desaparecer porque ya se encontraban en peligro de extinción”. Y en ese sentido, “el jaguar es el más propenso en morir en situaciones de crisis, porque no tiene manada y deberá trasladarse a sitios donde pueda acceder con facilidad a alimentos”, como las zonas ganaderas aledañas, en las que puede ser considerado como una amenaza.
Algunas especies, como los jaguares u osos hormigueros, lograron escapar de las llamas pero han perdido sus hábitats naturales.
Los especialistas coinciden con que tanto la fauna como la flora que ha logrado sobrevivir al fuego, que hasta el momento no da tregua en la Chiquitania y el Chaco bolivianos, zonas de transición hacia la Amazonía, sufre un “efecto total del desastre”. Algunas de las reservas afectadas están en cercanías de los municipios de Roboré, San Ignacio de Velasco, Concepción y San Matías, en la Chiquitania, en las que los fuegos permanecen activos, además de Charagua, en el Chaco boliviano.
Muchos “animales troperos”, como los cerdos de monte, murieron calcinados mientras intentaban escapar de las llamas.
Nativa ha trabajado en la reserva Ñenbi Guasu, en la frontera entre Bolivia y Paraguay, donde hace algunos días el fuego acabó con al menos 250.000 hectáreas, al extremo de convertir esos espacios en un gran campo santo. Parte son “animales troperos”, como los cerdos de monte, que intentaron escapar en piaras pero murieron calcinados pese a ser veloces. “Un signo de lo voraz de los incendios en el sudeste del país”, aseguró Arnold.
Los incendios también han afectado a especies de aves, puesto que han destruido nidos y matado ejemplares, unos 150 solo en una pequeña porción de bosque cerca de Roboré, de acuerdo a una muestra captada por esta organización. Además se suma la migración de ejemplares del tucán, de parabas o guacamayos, que por lo general se trasladan en la misma región y que, dada la situación, podrían hacerlo a ciudades. Allí, corren el riesgo de ser atrapados o simplemente no conseguir alimento, aseguró la activista.
Con menos ventaja que las aves están los mamíferos pequeños, como los armadillos o el jochi, una especie de roedor cuya carne es muy consumida en la región oriental de Bolivia. Estos animales “no pueden ver más allá” y en su afán de escapar muchas veces terminan acorralados en zonas en las que el fuego persiste.
Casi dos millones de hectáreas han resultado afectadas por los fuegos en Bolivia.
“La única forma para conseguir la recuperación de zonas afectadas está en declarar su «intangibilidad y con ello evitar que la mano del hombre afecte una tarea de restauración que la naturaleza debe llevar a cabo un largo tiempo”, indicó Arnold.
Las áreas afectadas por los incendios en Bolivia son el Bosque Seco Chiquitano y el Chaco, ambas regiones donde predomina la sequedad del ambiente debido a que las lluvias tienen periodos muy cortos, aunque las especies que habitan en ellas se han adaptado a esas condiciones por cientos de años. Las autoridades nacionales han reportado que 1,8 millones de hectáreas han resultado afectadas por esta emergencia, aunque algunas organizaciones ambientalistas han estimado que el daño ha superado hace varios días los dos millones.
Fuentes:
– EFE
– ABC