Trump lleva a Estados Unidos a la mayor reducción de reservas naturales en su historia
El magnate aprobó una norma para desprenderse de terrenos federales, que pasarían a ser destinados al desarrollo de actividades asociadas al petróleo y gas, minería o la tala
El 2017 será recordado como el año en el que Donald Trump sepultó las políticas ambientales en Estados Unidos. Y como no podía ser de otra manera, en diciembre, antes de que se termine, una de las últimas medidas del magnate fue firmar en Utah, la mayor reducción de terrenos federales en la historia del país.
La norma afectará a dos reservas de ese Estado, habilitando alrededor de cerca de un millón de hectáreas que pertenecían al Gobierno para el desarrollo de actividades privadas. Trump continua con esta medida el desmantelamiento de las protecciones a este tipo de terrenos aprobadas por sus predecesores.
“Algunos creen que los recursos naturales de Utah deberían estar controlados por unos pocos burócratas lejanos situados en Washington. Y, ¿saben qué? Están equivocados”, dijo el presidente en un discurso en el Parlamento estatal, desde donde anunció que el 85% de la Reserva Nacional Bears Ears y la mitad del Grand Staircase-Escalante dejarían de ser propiedad federal.
Esta postura abre una nueva puerta a la explotación de las tierras por medio de actividades como la extracción de petróleo y gas, la minería o la tala. También fomentará la construcción y el desarrollo comercial. En abril, el presidente ya había firmado una orden para levantar el veto a estas explotaciones en terrenos federales. El terreno de Bears Ears fue puesto bajo protección federal en 2016 por el entonces presidente Barack Obama. Mientras que el Grand Staircase-Escalante estaba protegido desde 1996.
Los ambientalistas irán a la justicia
Frente a esta nueva polémica que se ha desatado desde la Casa Blanca, grupos de protección del medioambiente y miembros de cinco tribus de indios americanos que residen en las zonas naturales, han afirmado que presentarán demandas contra la medida.
“Hemos tratado de reunirnos con el presidente sobre este asunto. El terreno de Bears Ears (Orejas de Oso, en castellano) es de vital importancia para nosotros. La decisión, tomada sin consultarnos, no nos deja más opción que litigar”, afirmó el presidente de los navajos, uno de los pueblos originarios de América del Norte.
Como ha sucedido con otras polémicas órdenes del presidente, la decisión final sobre la medida podría quedar en manos de los tribunales. El anuncio ha representado una victoria para los republicanos que durante años han considerado que la pertenencia al Gobierno de las tierras suponía un abuso de su poder.
Tampoco se descarta que Trump reduzca los terrenos de otras reservas. En abril, el republicano ordenó a su secretario del Interior revisar la situación de otros 27 terrenos federales que existen en el país.
Fuente: Foro Ambiental