El plan nacional de adaptación al cambio climático podría recibir 3 millones de dólares para su implementación
No se tratará de un préstamo a tasa baja, como suele ocurrir, sino de una donación
Diseñar nuevos proyectos sector por sector y una estrategia nacional de adaptación / mitigación, impulsar la agenda climática desde la presidencia del G-20 e iniciar la redacción de un proyecto de Ley de Cambio Climático. Este puñado de medidas a lo largo de 2018 comenzará a definir la política del Gobierno en su lucha contra el calentamiento global para los próximos años.
«Esto llega como resultado de un camino. Para articular todos los ministerios y los gobiernos locales se creó el gabinete nacional de cambio climático, se blanquearon las medidas que no se habían implementado y se pautaron otras a 2030 que ni siquiera estaban proyectadas. Fue un trabajo enorme», relata Carlos Gentile, subsecretario de Cambio Climático y Desarrollo Sustentable.
La meta de la que habla el funcionario es la Nationally Determined Contributions (NDCs) de las emisiones de gases de efecto invernadero, que el país se comprometió a reducir un 18% de manera incondicional (la aspiración previa era 15%) y 37% de modo condicional (la anterior era 30%).
«No queríamos una cuestión declarativa, sino ver cómo se implementaba cada medida. Si proyectas bajar emisiones a partir de eficiencia tenés que indicar cómo, si planeas mejoras en el transporte debés definir qué obras hacer. Todo eso se consolidó en tres planes sectoriales: Transporte, Energía y Bosques. Cada uno con sus hojas de ruta de financiamiento, las barreras tecnológicas, normativas y financieras que existen y cómo se pueden superar», explica el funcionario.
Gentile admite que hay «tensiones» a la hora de abordar cuestiones transversales a distintos ministerios, en la delgada línea donde friccionan la búsqueda de una mayor productividad y el cuidado del medio ambiente.
«Existir existen, es lógico. La tarea de Agroindustria, por ejemplo, es aumentar el stock ganadero y la producción agraria, entonces lo que intentamos es que expanda sus fronteras pero sobre suelos degradados. Y si provoca una deforestación, que luego se reforeste. Al fin y al cabo, la convivencia es muy buena», apunta.
Los temas se involucran además en las políticas territoriales y cada plan para abordarlos necesita un acuerdo con las provincias y los municipios. Para esas instancias, el gabinete de cambio climático tiene la posibilidad de ampliarse e incluir al Consejo Federal de Medio Ambiente.
El subsecretario detalla que «el Cofema congrega a ministerios y secretarios ambientales de todas las provincias, así es como logramos hacer un acuerdo federal para el cambio climático. Hay que resaltar que a las cumbres del clima nos acompañan legisladores, ministros provinciales y gobernadores. Las provincias están comprometidas con el tema».
2018
En un año dominado por la agenda de la presidencia argentina en el G-20, la ambición es que los países industrializados y emergentes cuenten con un grupo específico que se ocupe del calentamiento global, un tópico que hasta hace poco tiempo se trató de forma dispersa, quedando reducido a un pequeño casillero dentro de Finanzas o Cancillería. Recién la presidencia de Alemania llevó al cambio climático a un nuevo estatus.
La decisión es seguir esa senda y continuar elevando su rango «para que tenga mayor visibilidad», con eje en tres temas principales: la creación de infraestructura resiliente para adaptarse al cambio climático (con su consecuente creación de empleos), la alineación del financiamiento climático a sus fines, ya que muchas veces los fondos terminan siendo captados para proyectos que no se abocan directamente a la problemática, y la elaboración de estrategias a largo plazo para bajar el CO2. Si las NDC’s apuntan a 2030, el objetivo es extender la mirada hacia 2050.
¿Y el Fondo Verde?
Un reclamo histórico de los países en desarrollo, los que menos emisiones contaminantes generan (en nuestro caso solo 0,7% del total) y a la vez los más afectados por el calentamiento global, es la constitución de un fondo para financiar medidas de adaptación. «Siempre se habla de que hay 100 mil millones de dólares prometidos, pero es una media verdad, porque en realidad se habla de «movilizar» esa suma, no significa que va estar ese dinero disponible. Esa confusión generó una expectativa equivocada y ahora aparecen miles de proyectos tratando de aplicar. Lo que tenemos que hacer es definir prioridades y proyectos puntuales», señala Gentile.
La buena nueva es que «estamos por lograr el desembolso de u$s 3 millones del Fondo Verde del Clima para nuestro plan nacional de adaptación. Con el aliciente extra de que no se tratará de un préstamo a tasa baja, como suele ocurrir, sino de una donación».
«Debemos tener una estrategia seria y confiable para obtener financiamiento», repite. En ese sentido, las energías renovables se llevan las miradas: a principios de año, el Gobierno recibió ofertas por 9.403 Mw de generación eléctrica por la licitación de proyectos de la Ronda 2 del Programa RenovAr, lo que significó ocho veces más de los 1.200 Mw ofrecidos para adjudicar en distintas tecnologías y regiones, con inversiones asociadas por unos u$s 11.000 millones.
Otro gran objetivo será terminar los planes sectoriales de Agroindustria, Producción e Infraestructura. Junto a los tres mencionados anteriormente, compondrán la estrategia de mitigación y adaptación, que luego terminaran de definir el plan nacional de respuesta al cambio climático. Que se espera venga acompañado de una ley.
Según adelanta el Gentile, «se empezará a escribir un proyecto de ley de cambio climático para presentar a fin de año, con la idea de aprobarlo el próximo. La idea no es modificar ninguna ley anterior, lo aclaro porque en un momento se rumoreó sobre posibles correcciones a la ley de bosques o glaciares. No queremos meternos con eso, lo que queremos es propiciar un marco. Estimo que tendremos mucho consenso y apoyo, porque llevaremos el proyecto a Cofema y lo discutiremos con diputados, senadores, académicos y la sociedad civil para que den su opinión. Todavía no tuvimos contacto con ellos porque recién estamos pensando en elaborar un borrador, de hecho no lo hablamos ni con el Presidente».
Fuente: Ámbito Financiero / Foro Ambiental