Para evitar la catástrofe climática, la ONU exige quintuplicar la ambición del Acuerdo de París
A este ritmo el planeta no podrá superar el colapso. Durante la última década, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 1,5% anual.
A medida que pasa el tiempo y los Estados postergan sus compromisos, la realidad de la crisis climática se agudiza. Es por esta razón que la Organización de las Naciones Unidas llamó a quintuplicar la ambición del Acuerdo de París. Según el Programa para el Medio Ambiente (PNUMA), aunque se cumpla con todos los objetivos actuales, las temperaturas superarán ampliamente los 1,5 °C que los científicos establecieron como límite para evitar fenómenos climáticos extremos e irreversibles en el planeta.
«Estamos avanzando hacia un calentamiento de 3 a 5 °C para fines de este siglo en lugar de 1,5 a 2 °C, como establece prioritariamente el Acuerdo de París entre sus objetivos», aseguró el director de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Talas, durante la presentación del Informe Anual de Brecha de Emisiones en Ginebra.
Cada año, el estudio evalúa la brecha entre las emisiones anticipadas en 2030 y los niveles consistentes con los objetivos de 1,5 y 2° C del Acuerdo de París. De acuerdo a los resultados, las emisiones de gases de efecto invernadero han aumentado un 1,5% anual durante la última década. Las emisiones en 2018, incluidos los cambios en el uso del suelo, como la deforestación, alcanzaron un nuevo máximo que equivale a 55,3 gigatoneladas de CO2.
“Nuestro fracaso colectivo contra el cambio climático significa que ahora debemos realizar recortes profundos a las emisiones”.
Los investigadores del PNUMA aseguran que el 2020 será un año crítico para la acción climática. En la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático en Glasgow, Escocia (COP-26), se espera que se determine el curso futuro de los esfuerzos para evitar la crisis y que los países intensifiquen significativamente sus compromisos climáticos con respecto al Acuerdo de París, que ya no contará de manera formal con Estados Unidos por iniciativa de su presidente Donald Trump.
“Nuestro fracaso colectivo para actuar de manera temprana y dura contra el cambio climático significa que ahora debemos realizar recortes profundos a las emisiones, más del 7 por ciento cada año, si lo desglosamos de manera uniforme durante la próxima década. Esto muestra que los países simplemente no pueden esperar hasta el final de 2020, cuando vencerán nuevos compromisos climáticos, para intensificar la acción. Cada ciudad, región, empresa e individuo deben actuar ahora”, dijo Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA.
La funcionaria aseguró que se necesitan progresos rápidos para reducir emisiones tanto como sea posible en 2020 y luego impulsar las contribuciones determinadas a nivel nacional provocando grandes transformaciones de las economías y las sociedades. “Necesitamos ponernos al día con los años en que postergamos. Si no hacemos esto, la meta de 1,5° C estará fuera de alcance antes de 2030″.
Según el informe, las emisiones globales todavía están aumentando. «Hace un par de años teníamos una pequeña esperanza de que la parte de CO2 de las emisiones se había mantenido básicamente estable durante algunos años, pero en 2017 y 2018, aún no tenemos los números de 2019, las emisiones de CO2 aumentaron en el último año en un dos por ciento, lo que en realidad está por encima del promedio de los últimos 10 años «, explica John Cristensen, quien participó en la elaboración del estudio.
El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió que ir más allá de 1,5° C aumentará la frecuencia e intensidad de los impactos climáticos. Una de las grandes consecuencias es el aumento de hasta diez centímetros del nivel del mar y un océano Ártico sin hielo en el verano. “El principal impacto para fines de este siglo proviene de los cambios en los patrones de lluvia. Hemos comenzado a ver que algunas de las regiones se vuelven más secas, especialmente África y algunas partes de Asia y de América. Eso tiene un daño aún mayor que los cambios de temperatura», sostuvo Petteri Talas.
Los países desarrollados están en deuda
Los países del G-20 representan colectivamente el 78% de todas las emisiones, pero solo cinco miembros se han comprometido con un objetivo a largo plazo de cero emisiones. Cristensen explica que «la mayoría de los que se comprometieron con nuevos planes el próximo año y con cero emisiones de carbono no están en el G-20. Este año, además, muchos de los planes que se han discutido realmente todavía no se han implementado”.
El informe asegura que, a corto plazo, los países desarrollados tienen que reducir sus emisiones más rápido que los países subdesarrollados, por razones de equidad, y porque el Acuerdo establece que las naciones de bajos ingresos aún pueden aumentar las emisiones para impulsar su economía. Sin embargo, todos necesitarán contribuir más a los efectos colectivos. Los países en desarrollo pueden aprender de los esfuerzos exitosos en las economías ricas, así como adoptar tecnologías más limpias de forma más rápida.
El informe sostiene que en 2020 todas las naciones deben aumentar sustancialmente la ambición en sus Contribuciones determinadas (NDC), como se conocen los compromisos de París, con políticas y estrategias para implementarlas. El PNUMA afirma que los objetivos del Acuerdo de París aún son posibles pero no se están implementando lo suficientemente rápido o a una escala lo suficientemente grande.
Para limitar las temperaturas, las emisiones anuales en 2030 deben ser de 15 gigatoneladas de CO2, lo que significa recortes de 7,6% anuales hasta 2030 para la meta de los 1,5°, y de 2,7% por año para la meta del 2° C. Es decir, los niveles de ambición en las contribuciones nacionales deben aumentar al menos cinco veces para lograr la meta de 1,5° C y el triple para la de 2° C. Cada año de retraso más allá del 2020 conllevará la necesidad de recortes más rápidos, que se volverán cada vez más caros, poco probables y poco prácticos.
«Debido a la procrastinación climática que hemos tenido esencialmente durante estos 10 años, estamos buscando una reducción del 7,6% cada año. ¿Es eso posible? Absolutamente. ¿Tomará voluntad política? Sí. ¿Necesitaremos que el sector privado se apoye? Sí. Pero la ciencia nos dice que podemos hacer esto «, concluyó Andersen.
Fuente:
– ONU