“Monsanto Papers”: Europa volvería a estudiar la relación del glifosato con el cáncer
Por pedido de un grupo de abogados que colaboraron con la desclasificación de los llamados «Monsanto Papers», documentos internos de la multinacional norteamericana que son investigados por posibles manipulaciones de estudios sobre los riesgos para la salud del glifosato, el Parlamento Europeo (PE) evaluará la conformación de una comisión de investigación para analizar el caso y volver a estudiar la relación del reconocido herbicida con el cáncer.
Alegando que Monsanto pagó para obtener informes favorables a sus productos, los letrados Michael Blaum y Brent Wisner presentaron las revelaciones del caso en la sede parlamentaria de Bruselas, donde antes de diciembre los eurodiputados deberán decidir si renuevan o no la licencia del glifosato por diez años más.
Blaum y Wisner acudieron con dos de sus quinientos clientes –Teri McCall, que perdió a su marido víctima de un linfoma no Hodgkiniano, y John Barton, granjero californiano que lucha contra la misma enfermedad– buscan probar en los tribunales que la causa del cáncer está ligada al uso durante décadas del «Roundup», el pesticida de glifosato que fue creado por Monsanto hace casi cinco décadas y hoy es el más usado del mundo.
Wisner indicó que en principio habían pedido reunirse personalmente con la Comisión Europea (CE) para analizar los documentos, sin embargo, indicaron que esta lo consideró «inapropiado», dado que ambos abogados son parte de la causa en curso.
«Los principios de precaución de la Unión Europea defienden que si no hay seguridad sobre un producto no se aprueba. Ahora mismo no la tenemos. Creo que todo esto tiene que pararse y debe conducirse una investigación para ver cuál es la relación entre el producto y el cáncer y la evidencia científica», dijo Wisner.
Los «Monsanto Papers» salieron a la luz luego de que una corte federal de San Francisco (Estados Unidos), a cargo del juez Vince Chhabria, accediera a más de 10.000 páginas confidenciales –que incluyen decenas de intercambios de correos entre la empresa y científicos y reguladores– y planteara que en ellos existen indicios de que la compañía química manipuló durante años, estudios sobre el impacto del Roundup.
Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó en 2015 sobre los riesgos cancerígenos del glifosato, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) aseguraron después tener evidencias científicas para desmentir esa versión, una postura que ahora podría cambiar.
Con esa expectativa, los abogados enviaron una carta a la Eurocámara para pedir «una investigación que explore las relaciones entre reguladores europeos y Monsanto».
Monsanto, por su parte, volvió a defenderse de las acusaciones a través de un comunicado en donde manifestó que «los activistas están tratando de distorsionar los hechos para minar la credibilidad de los organismos reguladores científicos europeos».
La multinacional, que en otras ocasiones también fue señalada de ejercer presiones contra organismos internacionales y montar campañas mediáticas para desprestigiar a grupos ecologistas, a su vez afirmó que la causa es «un intento por desautorizar las recientes evaluaciones emitidas en Europa sobre la seguridad del glifosato, los activistas están haciendo declaraciones falsas, inexactas y engañosas con respecto a documentos recientemente revelados en el contexto de procedimientos legales en Estados Unidos».
Fuente: Foro Ambiental