Proyecto de ley para limitar los impactos ambientales del monocultivo
Un investigador del Conicet y una diputada nacional presentaron un proyecto de ley en el Congreso con el fin de impulsar la rotación de cultivos en las zonas rurales.
El monocultivo es un sistema de producción agrícola que consiste en destinar un campo a la cosecha de plantas de una sola especie. Esta práctica logró ser considerada como de una de las más redituables para la producción y alcanzó un crecimiento exponencial en todo el mundo, como contrapartida, su aplicación ha producido una fuerte erosión de los suelos, pérdida de biodiversidad y la alteración del ciclo hidrológico.
Para limitar la falta de rotación y promover la variedad de cultivos, el investigador Lucas Garibaldi (Conicet) y la senadora nacional Silvina García Larraburu (FPV) presentaron un proyecto de ley en el Congreso Nacional para promover la biodiversidad en ambientes cultivados.
El texto establece que cada campo de 200 hectáreas sea dividido en un mínimo de 4 hábitats, donde al menos uno de estos espacios deberá ser natural. “Nuestra vida depende de ecosistemas saludables. Cuando se van perdiendo los polinizadores, se va perdiendo la salud de nuestros ecosistemas y, por lo tanto, la calidad de vida”, sostuvo Garibaldi, que también es investigador de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN).
Aunque advierte que para remediar la pérdida en Argentina “las acciones todavía son pocas”, el especialista propone que un paso clave sería priorizar la biodiversidad por encima del monocultivo. De esa manera, afirma, se podrían mejorar los rindes de los cultivos en un 25 por ciento, reduciendo el impacto de la agricultura sobre el medio ambiente.
“La iniciativa trabajada en conjunto con el Dr. Garibaldi, investigador de la UNRN y CONICET busca contribuir con las metas establecidas dentro de la Estrategia Nacional sobre la Biodiversidad 2016-2020, a fin de asegurar la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad, con una distribución justa y equitativa de sus beneficios”, explicó la senadora.
Los impulsores del proyecto sostienen que con la agricultura biodiversa no sólo se potencia la capacidad productiva, sino que contribuye a la purificación del agua y el aire, y evitan las inundaciones cada vez más frecuentes en la región pampeana.
Según Garibaldi, las acciones deben ser urgentes, ya que la tendencia mundial es seguir expandiendo la frontera agrícola para incrementar los estándares de productividad, dejando un saldo de millones de hectáreas de bosque nativo deforestadas y una grave pérdida de flora y fauna.
“Las prácticas de manejo como el monocultivo y el uso intensivo de agroquímicos reducen el número de especies de plantas, aves, insectos y otros grupos taxonómicos; es clave generar acciones y lograr una producción agropecuaria compatible con la preservación de la biodiversidad”, mencionó Larraburu.
Ante la falta de polinizadores, Garibaldi mencionó que las “soluciones” que impulsa la agroindustria están directamente relacionadas con la causa que originó este problema: se alquilan cientos de colmenas para polinizar un campo con determinado cultivo único. Es decir, se reemplaza la variedad de especies por la “dominancia” de unas pocas.
“Al interior de la comunidad científica hay consenso sobre que la monocultura, la ganadería y las forestaciones monoespecíficas son la principal causa de pérdida de biodiversidad en el mundo. Este mensaje no es tan obvio fuera del ámbito científico: esas ideas todavía no están llevadas a cabo en Argentina, de modo que podamos evitar y revertir el impacto negativo que genera la degradación ambiental sobre nuestras sociedades”, concluyó el doctor.
Fuentes:
- Un proyecto de Ley busca reducir el impacto del monocultivo / Agencia CTyS
- García Larraburu promueve la biodiversidad en ambientes cultivados / silvinagarcialarraburu.com
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