La planta más antigua del planeta está en peligro de extinción por el cambio climático
El musgo Takakia, con una antigüedad de 390 millones de años, habita en áreas extremadamente remotas de la Tierra, como los acantilados helados de la meseta tibetana. Un proyecto de investigación de diez años revela que este musgo podría no resistir los efectos del cambio climático, como informan sus científicos en la revista ‘Cell’.
El equipo de científicos escaló altas montañas para hallar Takakia, secuenciar su ADN por primera vez y examinar su respuesta al cambio climático. Los resultados revelan que, a pesar de ser una de las especies de evolución más rápida registradas, es poco probable que sobreviva al cambio climático.
Takakia, un musgo pequeño y de crecimiento lento, se encuentra en pequeñas áreas de la meseta tibetana, así como en Japón y Estados Unidos. Los científicos realizaron 18 expediciones para recolectar muestras y estudiar su hábitat en la elevación de 4,000 metros en el Himalaya. «Nuestra meta era describir y analizar un fósil viviente», afirma el autor Ralf Reski, biotecnólogo vegetal de la Universidad de Friburgo (Alemania).
El entorno de Takakia es desafiante, con cambios climáticos abruptos y una exposición a la radiación ultravioleta intensa. A lo largo de su evolución, este musgo se ha adaptado a través de un genoma amplio y cambiante, manteniendo una morfología relativamente constante. A pesar de esto, el musgo está experimentando un declive en sus poblaciones debido al cambio climático.
El equipo también señala que el musgo es una valiosa fuente de conocimiento sobre la evolución y cómo las especies responden a condiciones cambiantes. Enfrenta una posible disminución severa en su rango geográfico debido al calentamiento global y el derretimiento de glaciares. Los científicos proponen medidas de conservación, como educar al público sobre esta especie y llevar a cabo investigaciones y esfuerzos para protegerla.
En resumen, el musgo Takakia, que ha existido durante cientos de millones de años, podría enfrentar la amenaza de la extinción debido al cambio climático. Este estudio resalta la importancia de entender cómo las especies más simples pueden proporcionar información valiosa sobre la evolución y los efectos del cambio ambiental.