El Pangolín es hoy el animal más traficado del mundo.
Cazado para su utilización con fines medicinales, el pangolín es el único mamífero con escamas. Actualmente se encuentra en serio peligro de extinción.
El Pangolín es un mamífero que proviene de Asia y en África, donde además se consideran sus escamas como un ingrediente con poderes medicinales o vigorizantes. Lamentablemente, y debido a esto, su destino termina siendo la muerte y posterior venta en el mercado negro.
“La crisis más urgente que amenaza a estos animales está provocada por la demanda de su carne para restaurantes exóticos en Asia; de su piel para hacer artículos de cuero de alta gama (como botas lujo que se ofrecen online) y, por supuesto, de las escamas para uso en medicina y tónicos. El comercio ilegal de pangolines, que se nutre de esos factores, es el principal impulsor de la caza furtiva y la amenaza más firme para su futuro”, expresa Crawford Allan, director de Traffic, la red de comercio de vida silvestre de la WWF (World Wildlife Fund).
Existen mundialmente sólo ocho especies de Pangolín (cuatro de África y cuatro de Asia) y todas están en grave peligro y protegidas por la CITES (Consorcio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres), una organización global que pudo prohibir su comercio.

Aunque su venta esté prohibida, estas especies abundan en el mercado negro y se siguen comerciando más que cualquier otra. En los últimos diez años se vendieron aproximadamente un millón de Pangolines de diferentes especies.
“El volumen que se trafica de sus escamas es asombroso y ninguna especie amenazada puede sostener este nivel de extracción por mucho tiempo. Se necesita una acción más fuerte para disuadir a los traficantes y para cambiar la conciencia que impulsa su consumo”, exige Kanitha Krishnasamy, directora de la filial Sudeste Asiático de Traffic.
Sus escamas son utilizadas para medicina natural y como remedio casero para tratar el asma, el reumatismo y la artritis, además de ser utilizadas como vigorizante.
En China y en Vietnam se considera su carne como un manjar, por la que se paga mucho dinero en los restaurantes más exóticos con el fin de “probar algo nuevo”.
Lamentablemente, mientras menos Pangolines haya, más preciadas son sus escamas y su carne, lo que hace que aumente notablemente su valor en el mercado negro y los cazadores furtivos se tienten aún más de cazarlos.
La solución
“No es fácil, pero en este momento existen múltiples enfoques con ese objetivo, desde promover programas para protegerlos en el lugar en donde viven, Africa y Asia, hasta detener el contrabando y la demanda en Asia. Esas iniciativas incluyen capacitar a las fuerzas del orden público para que puedan detener el tráfico en puertos y aeropuertos. También se intenta a través de campañas de sensibilización para los consumidores en Asia, a quienes se aconseja que los pangolines no son una elección inteligente y que sus productos son ilegales”, cuenta Allan.
– Foro Ambiental
Fuente: Clarín