Desde el Ministerio de Ambiente proponen que el desmonte ilegal sea un delito penal

Bajo la legislación nacional actual, la deforestación ilegal en Argentina sólo implica multas para los empresarios, que representan un gasto mínimo en relación a las ganancias que obtienen de los terrenos

 

El Ministerio de Ambiente de la Nación envió una propuesta para incluir dentro de los delitos ambientales a la deforestación ilegal. Las penas irán entre los seis meses y los tres años de prisión, e incluye agravantes que podrían elevar el castigo a cinco años y a que no sea excarcelable.

Así lo confirmó Diego Moreno, secretario de Política Ambiental, Cambio Climático y Desarrollo Sustentable:

«En 2016 el 50% de los desmontes se produjo en terrenos donde las zonas eran rojas y amarillas. Y se combinaron dos situaciones: el desmonte ilegal y las autorizaciones para establecer sistemas silvopastoriles intensivos».

Bajo el ordenamiento territorial que establece la Ley de Bosques, cada provincia tiene delimitada zonas con diferentes categorías.

Categoría I (rojo): sectores de muy alto valor de conservación que no deben desmontarse ni utilizarse para la extracción de madera y que deben mantenerse como bosque para siempre. Incluirá las reservas naturales y sus áreas circundantes, que tengan valores biológicos sobresalientes, y/o sitios que protejan cuencas hídricas de importancia (nacientes de ríos y arroyos).

Categoría II (amarillo): sectores de alto o medio valor de conservación, que pueden estar degradados pero que si se los restaura pueden tener un valor alto de conservación. Estas áreas no pueden desmontarse, pero podrán ser sometidos a los siguientes usos: aprovechamiento sostenible, turismo, recolección e investigación científica.

Categoría III (verde): sectores de bajo valor de conservación que pueden transformarse parcialmente o en su totalidad, con la previa realización de una Evaluación de Impacto Ambiental.

«Estamos trabajando en un proyecto de acción penal específicamente para bosques junto a la Comisión de Reforma del Código Penal. Bajo el título ambiental una de las figuras penales que se incorporan es la deforestación ilegal o la degradación de bosques nativos. Ese trabajo ya se envió a la comisión», agregó Moreno.

Entre las funciones de los bosques, además del aporte de oxígeno, está la amortiguación de las inundaciones, el albergue y sustento de las comunidades y la protección de la biodiversidad. La Argentina es uno de los países que más bosque nativo ha perdido. Entre 1998 y 2007 se llegaron a devastar unas 300.000 ha por año. A causa de esa situación, justamente en 2007 se sancionó la Ley de Bosques que logró disminuir los desmontes, pero aún así los índices hoy continúan altos.

«Es bueno que se avance en materia penal porque hay un cuello de botella ante el incumplimiento. No hay una pena que amedrente a quien actúa de manera ilegal. Incluso un castigo para los funcionarios que lo permiten. Sucede que muchas veces los propios funcionarios en connivencia con las empresas entregan permisos para que se desmonte en un lugar que está prohibido», apuntó Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Biodiversidad de Greenpeace Argentina.

Mientras tanto, continúan las pérdidas

Paralelo al proyecto, Greenpeace publicó cifras preliminares sobre la tasa de desmontes ilegales del año pasado y ratificó que la tendencia se mantiene alta. En 2017, fueron arrasadas unas 130.000 hectáreas de bosque y la mitad de la superficie por donde pasaron las topadoras corresponde a zonas en las que está prohibida la tala, según el ordenamiento territorial que cada provincia realizó.

De acuerdo al informe de la ONG, la región del NOA es la más castigada. «La superficie desmontada durante 2017 en las provincias de Salta, Santiago del Estero, Formosa y Chaco fue de 128.217 hectáreas. Casi la mitad la deforestación se produjo en bosques protegidos por la normativa (clasificados en las Categorías I – Rojo y II – Amarillo), alcanzando las 59.541 hectáreas».

Giardini explica que «la Ley de Bosques no prohíbe el desmonte en forma total. Cada provincia definió su ordenamiento y el 80% de la superficie quedó en categorías amarilla y roja. Pero si se desmonta donde no se puede, se está rompiendo el acuerdo de conciliar la conservación y las explotaciones que se les permiten al sector del agro para avanzar en algunas zonas. El punto preocupante es que se avanza sobre lo que se está protegiendo».

Según las cifras que se dieron a conocer, de las 42.827 hectáreas que se perdieron en Santiago del Estero, 28.987 ha eran bosques protegidos; mientras que en Chaco, 26.020 de las 41.734 ha que se arrasaron estaban en zonas catalogadas como rojas o amarillas.

«Su destrucción tiene un impacto ambiental significativo y afecta seriamente a muchas comunidades. Permitir el desmonte en esas zonas vulnera en forma flagrante la ley nacional vigente e ignora las demandas de la sociedad. Resulta evidente que las multas no son suficientes para desalentar la deforestación en zonas protegidas y que, salvo unas pocas excepciones, no se reforestaron los bosques desmontados ilegalmente.», indica Greenpeace.

Campaña por los bosques

Entre las acciones que impulsan las ONG’s para que se tome conciencia sobre el desmonte en el Norte de la Argentina, recientemente el club de fútbol Chaco For Ever se unió a la Fundación Vida Silvestre Argentina para preservar el bosque chaqueño. En una edición limitada la camiseta del club no cuenta con las palabras For Ever en su escudo.

«El cambio responde a una consigna tan básica como real: si el bosque no está para siempre, nada lo estará, ni siquiera la emblemática institución de la provincia», explicaron desde la organización ambientalista.

El bosque chaqueño, segundo en importancia mundial después del Amazonas y con la mayor biodiversidad de América del Sur, es víctima de la tala indiscriminada. «La falta de regulaciones y la ausencia de políticas de control, han colocado a la región chaqueña dentro del top 11 de lugares con mayor deforestación del mundo. La desidia es tal, que en los últimos 35 años ya se perdieron 12 millones de hectáreas de zonas boscosas, aproximadamente un 20% del total de su superficie», indicó la ONG mediante un comunicado.

Fuente: Foro Ambiental / Infobae