Feriazos y un informe de la ONU ponen en evidencia la crítica situación de la agricultura familiar en Argentina

El modelo agrícola dominante le da la espalda a los pequeños productores. La falta de acceso a créditos no permite que la mayoría de ellos inviertan y los regímenes fiscales solo favorecen al sector industrial exportador. El derecho a la alimentación está en juego.

 

Para visibilizar la crítica situación de la Agricultura Familiar en Argentina y la falta de respuestas del Gobierno Nacional, desde la Unión de Trabajadores de la Tierra decidieron poner en práctica en septiembre pasado, una serie de “feriazos” en distintos puntos de la Capital.
En Plaza de Mayo, Once, Constitución y Retiro; todas las mañanas había largas filas para comprar verduras y hortalizas que los propios productores ofrecían a los consumidores a valores mucho más bajos que los comercios. La idea de fondo: demostrar que los alimentos pueden llegar a la población a precios accesibles para todos.

“Nosotros acá vendemos a 10 pesos por kilo. Y por supuesto que ganamos plata igual, porque habitualmente estamos obligados a vender a tres pesos a los intermediarios”, señalaba Roberto Eizaguirre, que se dedica a la producción de remolacha, zanahoria, lechuga y acelga entre otros vegetales.

Más allá del “Feriazo”

La UTT nuclea a unos 10.000 agricultores de todo el país que trabajan en emprendimientos familiares y en terrenos de una o dos hectáreas, generalmente alquilados. En la actualidad enfrentan una crisis profunda. Más del 70% de las familias agrícolas deben pagar alquileres que suben cada vez más rápido, costos en dólares, no reciben apoyo del ex Ministerio de Agroindustria y deben soportar el abuso de los intermediarios.
“¿Qué pasaría si no podemos producir más alimentos? Somos los que alimentamos al pueblo argentino y no damos más.” pregunta Zulma Molloja, integrante de la organización campesina.
Uno de los objetivos de la UTT es la reconversión total del sector hacia la agroecología y desarrolló sus propios bioinsumos para producir alimentos saludables.
“Tenemos unas 100 hectáreas, donde trabajamos con un paquete autoproducido de herbicidas y fertilizantes, con estiércol, ceniza, tierra y otros productos naturales, y sin productos químicos”, detalla el coordinador técnico de la UTT, Javier Scheibengraf.
Según la organización, 107 familias ya no dependen de multinacionales químicas como Bayer-Monsanto. “El paquete tecnológico que venden las empresas está completamente dolarizado y se vuelve inalcanzable especialmente hoy, con la devaluación de la moneda argentina y la decisión del gobierno de suspender prácticamente todos los programas de apoyo a la agricultura familiar”, remarca Scheibengraf y sostiene que la agroecología y las ferias populares son la única opción sostenible que tienen los agricultores independientes para seguir adelante.

Los dos campos

“Nosotros somos un sector productivo, no somos los que especulamos con nuestro trabajo, no guardamos los granos en bolsas, no generamos commodities, y tampoco miramos si el dólar sube o baja para vender nuestra producción. Nosotros sembramos, cosechamos y vendemos” escribía Lucas Tedesco, también de la Unión de Trabajadores de la Tierra, en un artículo publicado en Revista Cítrica.

Nada es casualidad

En septiembre, Hilal Elver, relatora especial sobre Derecho a la Alimentación de la ONU, estaba en el país en una misión oficial de 10 días. Había sido invitada por el Gobierno nacional. El objetivo de su visita era “evaluar la realización del derecho a la alimentación” en Argentina. Coincidió con la realización de los “Feriazos” y visitó las quintas donde trabajan las familias de la UTT.
El informe final de la relatora de la ONU será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en marzo de 2019, pero antes de su partida compartió con los medios locales algunos “hallazgos preliminares” que surgen de la información que recabó durante su visita.

Hilal Elver, relatora especial sobre Derecho a la Alimentación de la ONU
Hilal Elver, relatora especial sobre Derecho a la Alimentación de la ONU

Situación de la agricultura familiar en Argentina

Algunas cuestiones planteadas por Elver

Elver es una abogada turca que ocupa el cargo de relatora especial desde 2014. En sus observaciones sobre la situación agrícola Argentina, es muy crítica de las políticas implementadas por la actual administración.
Según ella, el Gobierno Nacional “busca promover aún más la agricultura industrial orientada a la exportación, principalmente de soja y maíz”.
La relatora de la ONU, en ese sentido, también carga contra “la decisión del gobierno de aprovechar la crisis económica actual para desmantelar el apoyo a la agricultura familiar”, al despedir cerca de 500 trabajadores del Ministerio de Agroindustria, que se justificó con la necesidad de reducir el gasto público”.
A diferencia del modelo de industrialización de la agricultura, que impulsan las multinacionales y los grandes productores rurales, la agroecología se opone al uso de agroquímicos, y al desarrollo de transgénicos y monocultivos. Este nuevo “paradigma productivo” busca respetar los ciclos de los bienes naturales, asegurar las rotaciones de cultivos y preservar la estabilidad de los organismos de los ecosistemas. La producción, además, se realiza en huertas comunitarias y familiares, y el trato con los consumidores es directo, como ocurrió en las ferias de la Unión de Trabajadores de la Tierra.
Elver visitó también la provincia del Chaco, una de las más pobres del país. Allí, estuvo con indígenas del pueblo Qom, que por la pobreza debieron dejar sus tierras ancestrales para mudarse a ciudades cercanas, pero no consiguen integrarse al mercado laboral.
Durante su viaje, pudo constatar que hay “un creciente número de personas que va a comedores (de asistencia social) o se salta una comida”. Para la funcionaria, este dato deja en evidencia una paradoja: el Gobierno asegura que el país produce suficientes alimentos para abastecer a 450 millones de personas en el mundo, mientras casi cuatro millones de ciudadanos enfrentan aquí una seria inseguridad alimentaria.
La funcionaria de la ONU también cuestionó “el efecto adverso sobre los recursos ambientales y la diversidad biológica” del modelo agrícola argentino y en ese sentido mencionó la deforestación, con tasas cercanas a los 27 millones de hectáreas por año, y el fuerte aumento en el uso de agroquímicos.
Para Elver fue “milagrosa” la experiencia contracorriente que representan los pequeños agricultores enrolados en la UTT que en el área del Gran La Plata “producen verduras saludables y libres de plaguicidas”. “Estos métodos de producción deberían tener mucho más peso en el diseño de la política agrícola argentina”, remarcó.

Link al documento completo:

“Observaciones Preliminares de la Relatora Especial sobre el Derecho a la Alimentación, Sra. Hilal Elver”.

 

Fuentes:

  • Modelo agrícola argentino descuida derecho a la alimentación / IPS Noticias
  • El año que nos quedamos sin cebolla / Revista Cítrica
  • UTT

Foro Ambiental