Cosquín le pone freno al glifosato
Cosquín se sumó a la lista de localidades que se oponen al uso del glifosato. El Concejo Deliberante de la ciudad cordobesa otorgó el aval a un proyecto para prohibir la aplicación de herbicida tanto en las zonas urbanas y periurbanos como también en las áreas que involucran la Reserva Natural Camín y el Río Yuspe.
“La nueva ordenanza se basa en lo que está comprobado científicamente, este tipo de elementos químicos generan daño y perjuicio en la salud y que ya hace muchos años se viene utilizando en nuestro país», justificó el concejal Raúl Cardinali (Bloque de Unión Por Córdoba), quien presentó el proyecto.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, que depende de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirma que hay pruebas de que el glifosato puede causar cáncer en humanos (linfoma no Hodgkin), dañar el ADN y alterar cromosomas. Además, según la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, en Argentina una de cada cinco personas muere de cáncer en las zonas rurales del país expuestas a los plaguicidas.
“Pensamos en un mundo distinto, un mundo libre de estos elementos y queremos, como ciudad turística que somos, atraer al turista a que venga a respirar un aire limpio, puro, con ríos no contaminados y, por sobre todas las cosas, que se sienta en un lugar donde los vecinos han tenido la grandeza de poder aprobar este proyecto ejemplificador en Argentina. Ojalá que el intendente municipal no lo vete como ha sucedido con otras ordenanzas y que esto pueda aplicarse”, agregó Cardinali.
El glifosato, un herbicida diseñado para matar malezas y todo un emblema del sistema productivo vigente, se usa en Argentina más que en ningún otro lado del mundo. Hasta 1996, cuando fue autorizado el ingreso de la soja transgénica, se utilizaban en promedio 3 kilos de glifosato por hectárea. En la actualidad, en cambio, se emplean 12.
Otras ciudades del país como Paraná, Gualeguaychú y Santa Fe aprobaron ordenanzas para prohibir el uso en ejido urbano del famoso herbicida, considerado “probablemente cancerígeno” por la OMS.
La normativa fue aprobada por mayoría simple: cuatro votos a favor y tres en contra. Entre sus puntos, establece sanciones económicas contra las personas que la inflijan y que “serán responsables en el pago de la multa los propietarios del inmueble, los locadores, los contratistas y los propietarios de los equipos aplicadores”. Mientras que si se trata de una persona jurídica, serán “los directores, gerentes o representantes legales”.
La decisión del Concejo Deliberante representa una victoria para los vecinos de Barrios Fumigados de Cosquín, que desde hace año vienen luchando contra las fumigaciones al lado de de escuelas y casas rurales, y denunciando las problemas de salud que estas prácticas generan.
María José Schwarten es miembro de la Asamblea Ambiental Cosquín y trabaja de manera colectiva junto a Barrios Fumigados para lograr un municipio libre de agrotóxicos. Junto a los activistas locales han impulsado denuncias por los casos de vecinos que sufrían erupciones alérgicas, problemas respiratorios, náuseas, entre otras afecciones que se volvieron comunes en la zona a partir del consecuente aumento del uso del glifosato.
Así, entre fines de 2017 y principios de 2018, presentaron una ordenanza que fue pasada a comisión en el Concejo Deliberante, pero que, finalmente, fue cajoneada y no se trató. Con posterioridad, se volvieron a hacer los reclamos para que se produjera el tratamiento y, allí, apareció un nuevo proyecto que es el que fue aprobado recientemente.
Schwarten criticó al oficialismo (Proyecto Cosquín – Partido Socialista), que propuso que se puedan controlar los daños provocados por el glifosato con un área de pulmón de 300 metros y con distancia de 700 metros del lugar donde se fumiga. “Es irónico que digan que Cosquín se declara ciudad verde, cuando el oficialismo sostiene cuidar los intereses de los propietarios del campo y sabemos que tenemos grandes problemas con el agua potable, con la fumigación, con la Autovía de Montaña”.
Para el concejal Lisandro Lícari (Partido Solidario de Cosquín) se trata de un paso importante pero hizo énfasis en la necesidad de alcanzar un municipio libre de agrotóxicos: “El glifosato no es el único producto tóxico que se puede utilizar para la agricultura, pero sí fija un antecedente y una posición clara de un municipio que camina en un sentido. Hoy, se notó en la sesión, estuvieron presentes una gran cantidad de vecinos de la ciudad apoyando esta propuesta y estamos muy felices, muy satisfechos por este paso, que ha sido el primero de varios”.
Foro Ambiental