Córdoba: proponen usar el calor de la tierra para aclimatar viviendas
Investigadores de la UNC promueven un sistema geotérmico capaz de usar el calor de las capas superficiales del suelo para regular tanto la calefacción como la refrigeración de una casa.
Aprovechar el calor acumulado debajo del suelo como resultado de la radiación solar, para usarlo como acondicionante térmico de viviendas. Ese es el objetivo de un equipo de ingenieros y arquitectos de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
“La temperatura aumenta levemente a medida que descendemos y esto ocurre con independencia de las condiciones climáticas externas”, explica Franco Francisca, ingeniero integrante del grupo de investigación y docente de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UNC.
Esto ocurre en todo el mundo. Según estudios internacionales, la temperatura media anual que existe en las capas superficiales de la tierra (cuatro metros aproximadamente por debajo de la superficie) es similar a la temperatura media anual de esa latitud. En Córdoba, por ejemplo, el promedio ronda los 18 grados. Es decir que, en caso de que se perfore el suelo, se registrará ese valor a una profundidad como la mencionada.
Teniendo en cuenta estas posibilidades, los investigadores trabajan sobre un sistema conocido en el mundo como “geotermia superficial” (o “de baja entalpía”), que consiste en la instalación de cañerías o tubos colocados en excavaciones de escasa profundidad, para que funcionen como intercambiadores de calor.
¿Cómo funciona?
Un pequeño ventilador eléctrico, hace que el aire proveniente del exterior de la vivienda ingrese a un conducto que lo hará circular bajo la tierra para que “copie” la temperatura existente a una profundidad media (cuatro metros aproximadamente) antes de volver a introducirlo en la propiedad, aclimatándola.
Francisca señala que, básicamente, lo que ocurre es un intercambio de calor a través del sistema suelo, tubería y aire. “Si en invierno hago ingresar aire a dos grados, o en verano a 40, voy a obtener siempre el fluido a una misma temperatura, de aproximadamente 18 grados a la salida”.
De este modo, el método resulta útil tanto para calefaccionar ambientes en invierno, como para refrigerarlos durante el verano. La única condición es lograr un diseño con la longitud y profundidad adecuadas de enterramiento de la tubería.
El sistema sirve de apoyo a las modalidades de calefacción-refrigeración convencionales (calefactores, radiadores, losa radiante o aires acondicionados), y ayuda a realizar un uso eficiente de la energía, reduciendo fuertemente el consumo. Así, colabora también con el cuidado del medioambiente.
“Es desproporcionado el consumo de energía que demandan los equipos usados habitualmente para calentar o enfriar ambientes, e ínfimo con esta técnica. La eficiencia, en estos casos, se mide por el ahorro energético”, subraya el especialista.
En Córdoba, los beneficios de la geotermia ya fueron comprobados en una casa ubicada en un barrio de la Capital, y en otra situada en la localidad serrana de Mayu Sumaj, en el Valle de Punilla.
Córdoba: el proyecto en Ciudad Universitaria
Gracias a las ventajas que ofrece, en Estados Unidos, Japón y algunos países de Europa el sistema de “geotérmica superficial” se encuentra ampliamente difundido, aunque generalmente se implementa utilizando agua y no de aire.
En Argentina, en cambio, la aplicación de este método aún es escasa. Sin embargo, poco a poco, las iniciativas se van replicando. En Córdoba, un edificio de Ciudad Universitaria podría convertirse en uno de los pocos espacios de la provincia que hoy cuentan con este sistema. En efecto, los especialistas proyectan implementarlo en las instalaciones que el gremio Adiuc (Asociación de Docentes e Investigadores Universitarios de Córdoba) posee en el campus universitario.
De acuerdo a Francisca, “en una zona del terreno anexa al inmueble gremial se prevén llevar a cabo perforaciones de unos 14 metros de profundidad, y colocar allí caños de PVC en posición vertical (de 110 milímetros de diámetro), que conectarán con el edificio”.
Otro de los proyectos que están estudiando actualmente es la colocación de una sonda electrónica, que podría ser ubicada en el predio de la UNC, con el objetivo de medir la temperatura del suelo de durante períodos prolongados.
En opinión del arquitecto e integrante del grupo de investigación, José Luis Pilatti, “el aparato aportará información clave sobre los parámetros locales de temperatura de la tierra, sobre la cual no existen mediciones, y permitirá mejorar el diseño del sistema en el futuro”.
Fuente: Foro Ambiental / UNC