El Gobierno de la Ciudad promete más espacios verdes para los porteños
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planifica la progresiva creación de nuevos espacios verdes y la apertura al público de otros ya existentes pero que hoy son inaccesibles a los vecinos, como algunos terrenos ferroviarios. Para 2019, la suma de las distintas superficies que se irán incorporando alcanzará las 110 hectáreas.
Con el nombre de Plan Verde 2016-2019, la iniciativa busca ofrecer más lugares de esparcimiento a los vecinos y además reducir el déficit de espacios de este tipo que registra la Ciudad.
"Para los vecinos es muy importante que los espacios públicos verdes se ubiquen cerca de sus hogares. Por eso, hacemos un especial esfuerzo por crearlos en las zonas más postergadas: las del centro geográfico de la ciudad. La incorporación de un metro cuadrado de pasto en ese lugar tiene muchísimo más valor que en Palermo", destacó el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, al presentar el plan.
De acuerdo al proyecto, estos espacios podrán ser disfrutados a medida que se finalice la ejecución de algunos proyectos urbanísticos que desarrolla, como la Villa Olímpica en Villa Soldati, el Paseo del Bajo en Puerto Madero, la Playa Ferroviaria Caballito o la cubierta verde del Centro de Exposiciones y Convenciones en Recoleta, entre otros.
Según el gobierno, la superficie de los espacios públicos verdes porteños aumentará un 6,6%. De esa manera, se estima que para 2019 Buenos Aires contará con unos 6,4 m2 de espacio verde accesible por habitante, un valor que aun así permanecerá lejos de los 9 m2 recomendados por ONU-Hábitat como valor mínimo.
Entre avances y cuestionamientos
Las primeras 5,2 hectáreas del total de 110 que prevé el plan ya fueron inauguradas esta semana con la apertura de la cubierta verde construida en el techo del nuevo Centro de Exposiciones y Convenciones, ubicado en Recoleta.
El nuevo predio, donde a pesar de que no se agregaron árboles nuevos se preservaron los añosos ya existentes, funcionará como continuidad y conexión de los parques aledaños para crear un gran manto verde compuesto por el Parque Thays, la Plaza Federativa de Brasil y la Plaza de las Naciones Unidas. De acuerdo a los funcionarios del Gobierno porteño, habrá un circuito de lomadas y senderos con áreas de descanso y miradores, que podrán ser utilizados tanto por peatones y ciclistas como por estudiantes y chicos.
Aunque el lanzamiento fue celebrado con bombos y platillos por todo el equipo que dirige Rodríguez Larreta, también hubo opiniones negativas de especialistas y referentes del sector opositor, que desconfían de las cifras exhibidas y cuestionan los criterios de estas mediciones.
"Es discutible que se pueda computar como espacio verde público el techo verde del Centro de Exposiciones: la base es de cemento y no tiene superficie absorbente. No es posible plantar árboles. Este proyecto representa una valorización excesiva del gobierno de la ciudad", advirtió Adrián Camps, legislador porteño por el Partido Socialista Auténtico, que trabaja sobre temas de espacio público y ecología.
"No hay una definición única sobre qué es un espacio público verde. Pero digamos que debería tener una buena superficie, árboles y plantas autóctonas. Además, no incluir bares ni enrejados", opinó Matías Pandolfi, doctor en Biología e investigador del Conicet.
Del total de nuevos espacios verdes proyectado, cerca de un 50% se distribuirá en los sectores centro este y centro oeste de la Capital, que abarcan algunos de los barrios con la peor relación de cantidad de espacios verdes por habitante.
En la comuna 3 (San Cristóbal y Balvanera), la relación es de 0,5 m2 por habitante, en tanto que en la 5 (Almagro y Boedo) es de 0,2. Ambas se sitúan lejísimos de las recomendaciones de los expertos y de ONU-Hábitat.
"En principio, me parece bien que se recuperen o agreguen áreas verdes en una ciudad que de antemano tiene un promedio muy bajo de metros cuadrados de espacios verdes versus metros cuadrados construidos, comparada con ciudades de su misma escala e importancia", consideró el arquitecto y urbanista Emiliano Espasandín.
Pero agregó: "La deuda pendiente es que los proyectos para las áreas de gran escala e impacto de la ciudad, como son el Paseo del Bajo o el Parque Lineal Illia, surjan de un proceso colectivo entre profesionales y ciudadanos, a partir de reconocer la oportunidad urbana que producen".
Por otro parte, Pandolfi recordó que los ecólogos urbanos sugieren emplazar los espacios verdes públicos a una distancia de no más de 15 minutos a pie. Y añadió: "Es bueno sumar espacios verdes. Pero soy un poco escéptico con los anuncios; como el Plan Buenos Aires Verde, de 2014, que no se cumplió".
Ese plan preveía dotar a la ciudad de 400.000 árboles más y 78 nuevos parques, de manera que todos los vecinos tuvieran una plaza a menos de 350 metros de su casa.
"La mitad de esas 110 hectáreas corresponden al terreno del Parque de la Ciudad, donde se construye la Villa Olímpica, que ya es un espacio verde, si bien es verdad que está muy deteriorado", precisó el investigador del Conicet. En efecto, ese terreno ya existe como espacio verde, aunque hoy está cerrado y en los últimos tiempos sólo se habilitó para conciertos de rock.
Según datos de la Dirección General de Estadística y Censos, en Buenos Aires la cantidad de espacios verdes por habitante cayó de 6,3 en 2011 a 5,9 en 2015. Sin embargo, para el Gobierno porteño no hubo una reducción, sino que se cambió la metodología de medición.
Fuente: La Nación / La Razón (27.10.16)